jueves, 2 de abril de 2009

Dos Corbachos por el precio de uno...



Giovanni Boccaccio nació en junio o julio de 1313, hijo ilegítimo del mercader Boccaccio (Boccaccino) di Chellino, agente de la poderosa compañía mercantil de los Bardi. Nada se sabe con certeza acerca de la identidad de su madre. Se discute dónde nació Boccaccio: pudo haber nacido en Florencia, en Certaldo o, incluso, según algunas fuentes, en París, lugar al que su padre debía desplazarse a menudo por razón de su trabajo. Se sabe que su infancia transcurrió en Florencia, y que fue acogido y educado por su padre, e incluso continuó viviendo en la casa paterna después de 1319, cuando el mercader contrajo matrimonio con Margherita dei Mardoli. Boccaccio vivió en Florencia hasta 1325 o 1327, cuando fue enviado por su padre a trabajar en la oficina que la compañía de los Bardi tenía en Nápoles.



Como Boccaccio mostrara escasa inclinación hacia los negocios, el padre decidió en 1331 encaminarlo hacia el estudio del derecho canónico. Tras un nuevo fracaso, se dedicó por entero a las letras, bajo la tutela de destacados eruditos de la corte napolitana, como Paolo da Perugia y Andalò di Negro. Frecuentó el ambiente refinado de la corte de Roberto de Anjou, de quien su padre era amigo personal. Entre 1330 y 1331 enseñó Derecho en la Universidad de Nápoles. En diciembre de 1340, después de al menos trece años en Nápoles, tuvo que regresar a Florencia a causa de un grave revés financiero sufrido por su padre. Entre 1346 y 1348 vivió en Rávena, en la corte de Ostasio da Polenta, y en Forlì, como huésped de Francesco Ordelaffi; allí conoció a los poetas Nereo Morandi y Checco di Melletto, con los cuales mantuvo después correspondencia. En 1348 regresó a Florencia, donde fue testigo de la peste que describe en el Decamerón. En 1349 murió su padre, y Boccaccio se estableció definitivamente en Florencia, para ocuparse de lo que quedaba de los bienes de su padre. El Decamerón fue compuesto durante la primera etapa de su estancia en Florencia, entre 1349 y 1351. Su éxito le valió ser designado por sus conciudadanos para el desempeño de varios cargos públicos y diplomáticos.



En 1351 le fue confiado el encargo de desplazarse a Padua, donde vivía Petrarca, a quien había conocido el año anterior, para invitarlo a instalarse en Florencia como profesor. Aunque Petrarca no aceptó la propuesta, entre ambos escritores nació una sincera amistad que se prolongaría hasta la muerte de Petrarca, en 1374. La tranquila vida de estudioso que Boccaccio llevaba en Florencia fue interrumpida bruscamente por la visita del monje sienés Gioacchino Ciani, quien lo exhortó a abandonar la literatura y los argumentos profanos. El monje causó tal impresión en Boccaccio que el autor llegó a pensar en quemar sus obras, de lo que fue afortunadamente disuadido por Petrarca.



En 1362 se trasladó a Nápoles, esperando encontrar allí una ocupación que le permitiese retomar la vida activa y serena que había llevado en el pasado. Sin embargo, la ciudad de Nápoles en la época de Juana I de Anjou era muy diferente de la ciudad próspera, culta y serena que había conocido en su juventud. Boccaccio, decepcionado, la abandonó pronto. Tras una breve estancia en Venecia, en torno al año 1370 se retiró a su casa de Certaldo, cerca de Florencia, para vivir aislado y poder así dedicarse a la meditación religiosa y al estudio, actividades que sólo interrumpieron algunos breves viajes a Nápoles. En el último período de su vida recibió del ayuntamiento de Florencia el encargo de realizar una lectura pública de La Divina Comedia de Dante, que no pudo concluir a causa de la enfermedad que le causó la muerte el 21 de diciembre de 1375.



El Corbacho (Corbaccio) fue escrito entre 1354 y 1355. Es un relato cuya trama, tenue y artificiosa, no es más que un pretexto para un debate moral y satírico. Tanto por su tono como por su finalidad, la obra se inscribe en la tradición de la literatura misógina. El título hace quizá referencia al cuervo, considerado un símbolo de mal augurio y de una pasión descontrolada; según otros hace referencia al español corbacho (vergajo con que el cómitre fustigaba a los galeotes). La obra lleva el subtítulo de Laberinto de amor (Laberinto d'Amore). La primera edición de esta obra se realizó en Florencia en 1487. Utiliza en este tratado moral las técnicas del sermón popular con una estructura que debe mucho al género del catecismo. La obra está dividida en cuatro partes que tienen por objeto explicar con detalle los perniciosos efectos del amor terrenal en el espíritu y en el cuerpo del hombre. La primera es un tratado contra la lujuria; la segunda, una sátira contra las mujeres de toda condición; las dos últimas partes analizan las complexiones de los hombres y sus diferentes inclinaciones a amar.



El tono misógino del Corbacho es probablemente consecuencia de la crisis que en Boccaccio produjo su relación con el monje sienés. La composición tiene su origen en un enamoramiento poco exitoso de Boccaccio. Ya cuarentón, se enamoró de una bella viuda y le escribió cartas requiriéndola de amores. La mujer mostró las cartas a sus allegados, burlándose de Boccaccio por su origen plebeyo y por su edad. El libro es la venganza del autor, que no dirige sólo contra la viuda, sino contra todo el sexo femenino. El autor sueña que se mueve por lugares encantadores (las lisonjas del amor), cuando de repente se encuentra en una inextricable selva, el Laberinto de amor, llamado también la Pocilga de Venus. Allí, convertidos en animales, expían sus pecados los miserables engañados por el amor de la mujer. Aparece el espectro del difunto marido de la viuda, quien le relata minuciosamente los innumerables vicios y defectos de su esposa. Como penitencia ordena a Boccaccio que revele lo que ha visto y oído. Relacionado con la literatura misógina medieval, El Corbacho se detiene a analizar los defectos de las mujeres y establece conexiones entre la astrología,la medicina de la época y el pecado capital de la lujuria.



Celestino Corbacho, nacido en Valverde de Leganés en 1949, fue alcalde de L'Hospitalet de Llobregat. A los trece años decidió seguir los pasos de dos de sus hermanos, que habían emigrado a Barcelona. Poco después de su llegada a esta ciudad comenzó a trabajar, como aprendiz en una imprenta. Tras una estancia inicial con sus hermanos en Barcelona, se mudaron a Hospitalet de Llobregat. Cómo llegó a ser alcalde, es algo que la gran mayoría de la población de esa ciudad desconoce.


Corbacho, como todos los socialistas de toda la vida, no se afilió a la federación catalana del PSOE hasta después de la muerte de Franco. En 1982 fue elegido primer secretario del PSC en L'Hospitalet, y en las elecciones municipales de 1983, las segundas de la democracia, fue elegido concejal. El PSC ya había ganado en 1979 pero tuvo que pactar con el PSUC para gobernar. Ser concejal nada para don Celestino: poco a poco, el iletrado Corbacho fue escalando posiciones hasta que fue nombrado primer teniente de alcalde y responsable de Urbanismo. Y ahí empezó su asalto: desde su despacho del ayuntamiento, se convirtió en el único jefe de la oposición del alcalde. Con tal de buscarle el máximo de dolores de cabeza al entonces alcalde, Corbacho hasta se buscó a un jefe de prensa propio, al margen del Gabinete de Comunicación municipal, pero igualmente con cargo a los presupuestos.



En 1983 fue elegido diputado provincial, manteniendo desde entonces el cargo de vicepresidente primero de la Diputación Provincial de Barcelona. Corría el mes de mayo de 1994 cuando Juan Ignacio Pujana se veía obligado a presentar su dimisión como alcalde de la segunda ciudad de Cataluña al ser imputado por presunto cobro de comisiones en la concesión de obras de un aparcamiento municipal. Hospitalet tendría el dudoso honor de ser la primera población española en tener un político condenado por tráfico de influencias en la historia de la democracia. Lo que muy poca gente sabe es que toda esta historia de la corrupción fue desvelada por don Celestino, con reuniones secretas con algún portavoz de otro partido de la ciudad y entrega de documentos incluída. El número dos del PSC en Hospitalet echaba al número uno. Tiempo después, se supo que Corbacho había contratado a un detective privado para espiar a concejales, funcionarios, empesarios y periodistas con dinero público. En 1995 llegaron unas nuevas elecciones municipales, y el PSC de Hospitalet volvió a ganar los comicios por mayoría absoluta cuatro concejales por el camino, pero con Corbacho ya encumbrado como líder cósmico.


Corbacho se convierte en persona muy ocupada. Y además de tener muchos compromisos, no contento con su sueldo de alcalde y las pingües primas por asistencia a diversos comités y consejos de administración, tiene en su haber otro mérito: el 22 de diciembre de 1995, a Corbacho le tocó la lotería. Catorce millones de pesetas e idéntico premio a otras noventa y cinco personas del ayuntamiento de Hospitalet, entre concejales del PSC, cargos de confianza y funcionarios. Los décimos habían sido regalados por el gerente de una empresa constructora que, casualmente, había sido adjudicataria en los años precedentes de numerosas concesiones municipales para la realización de obras. Corbacho fue imputado por el Tribunal Superior de Justícia de Catalunya, pero explicó que "acepté los décimos porque es una tradición muy arraigada en Navidad", Finalmente la causa fue sobreseída.



El 22 de abril de 2004 fue nombrado Presidente de la Diputación Provincial de Barcelona, sustituyendo al ex alcalde de Cornellá, primer secretario del PSC y Presidente de la Generalitat de Cataluña José Montilla, cuando fue nombrado ministro de Industria, Turismo y Comercio. Fue también miembro de las comisiones ejecutivas de la Federación de Municipios de Cataluña (FMC) y de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), donde formó parte de la comisión del gobierno local de la federación, órgano de negociación de los ayuntamientos con el Estado.

Fue vicepresidente de 1999 a 2001 en la FMC y en la FEMP ocupó la Presidencia de la Comisión Ciudadana y Protección Civil. El 12 de abril de 2008 fue designado Ministro de Trabajo e Inmigración en el gobierno presentado por José Luis Rodríguez Zapatero, abandonando sus cargos en el ayuntamiento de Hospitalet y en la Diputación Provincial de Barcelona. Celestino Corbacho es miembro de la Comisión Ejecutiva del PSC y Secretario de Política Local y Territorial. También forma parte del Comité Federal del PSOE, donde se integró en el año 2000 y participó en el 35 Congreso Federal donde salió escogido Secretario General del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero.


2 comentarios:

Fujur dijo...

Me he criado en Hospitalet (concretamente en Bellvitge) y aún recuerdo, en mi subconsciente infantil, cuando se echó al Alcalde Pujana (por lo demás, político muy bien valorado, y azote del "pujolismo").

Desconocía el grado de implicación de Corbacho... supongo que, como siempre, los políticos echan a los gestores, gorrones por catedráticos...

un abrazo!

Luc dijo...

Il Corbaccio ya ves...se apunta a un bombardeo...

un abrazo, Fujur